Leve Retina nº3:(LEVER003.ASC):15/09/1994 << Back To Leve Retina nº 3
============================================================================ Leve Retina (c) (Revista Literaria de Repercusión Telemática) Año 1 - Número 3. (Octubre 1994) ============================================================================ Leve Retina es el nombre de un poema de Arturo Carrera en su libro "La Banda Oscura de Alejandro". Agradecemos su generosidad al permitirnos utilizarlo para la revista. ============================================================================ Submission adresses: Internet: leve_retina@appeal.uba.ar Fidonet : 4:900/109.99 Para información adicional, lea las últimas páginas de Leve Retina. = INDICE ======================================================== INDICE = Editorial ..................................................2 "Refugio del Pescador" (por Federico Novick)...................3 "Postales Planas" (por Matias Giovannini)......................4 "Invitación" (por Florencia Abbate)............................6 (sin titulo) (por Florencia Abbate)............................6 "Los siete doctores" (por Marcelo Alonso)......................7 (sin título) (por Mariano Vázquez).............................9 "Testamento 2" (por Federico Joselevich).......................10 "Raptos" (por Juan Livingston).................................12 "Ciclos" (por Adrián Noguera)..................................16 "El Poder de la Luna" (por Ana Abregu).........................16 "Carátulas" (por Luz Pearson)..................................17 "Fin" (por Diego Jäger)........................................18 Publicidades................................................20 Golosinas...................................................20 Misceláneos Staff .........................................................21 Donde y cómo conseguir Leve Retina ............................21 Legales .......................................................22 -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 1 = EDITORIAL ================================================== EDITORIAL = (tierra) (1) Leve Retina: (del lat. levis retïna) f. Anat. efecto producido en los ojos por la larga exposición a los rayos catódicos de los monitores de las computadoras. 2. Lit. ojo crítico aplicado a la producción literaria. (2) Entre Junio y Agosto de 1994, en la ciudad de Santa Fé, estuvo reunida la Convención Nacional Constituyente, ente que reformó algunos artículos de la Constitución de la Nación Argentina. Algunas cosas fueron buenas y otras realmente dejan mucho que desear. Quiero citar aquí de uno de esos (3) artículos, la parte del Capítulo 4 de atribuciones del Congreso. En particular, el inciso 19 del artículo 75 donde dice que "Corresponde al Congreso:" "19. Dictar leyes que protejan la identidad y pluralidad cultural, la libre creación y circulación de las obras del autor; el patrimonio artístico y los espacios culturales y audiovisuales." (Artículo 75, inciso 19, in fine) ¿Que diversas interpretaciones se le puede dar a este artículo? )4()5( ¿Es ajeno a este país el pensar en una ley que, amparada en la protección de este patrimonio artístico, prohiba las películas habladas en su idioma original? Cosa que nos haría perder, por ejemplo, interpretaciones de Shakespeare, ya sean éstas "Hamlet" o "Mucho Ruido y Pocas Nueces" o, alguna versión rusa de "La Mujer del Perrito" de Antón Chejov, "Y la Nave va" de Federico Fellini. Incluso terminarían traduciendo alguna película mexicana dedicada a la vida de José Orozco. No nos olvidemos del trístemente célebre proyecto de ley de Asis en donde se pugnaba por eliminar de las propagandas publicitarias, todas aquellas palabras que no fuesen castellanas. Realmente iba a ser divertido escuchar algún tipo de cosa como "Como Emparedados de Jamón y Queso a mitad de precio" o el clásico Carreras vs Pibes de la Boca. /6/ ¿Es ajeno a este país el pensar en una ley que, amparada en esta protección del patrimonio artístico, prohiba el intercambio de mensajes por vías electrónicas con otras partes del mundo? No sea cuestión de que los cipayos nos invadan con sus ideas; no sea cuestión de verse contaminado con una cultura totalmente ajena a la nuestra como lo es la española o la italiana; no sea cuestión que los bárbaros nos invadan el arte. -7- Entonces, ¿es ajeno a la realidad el pensar que las redes de mensajería electrónica se salvaron -momentáneamente- del desastre? El control Estatal que vendría de la mano de un "proteger la identidad y pluralidad cultural", (insertando censores y diversos tipos de administradores estatales para hacer valer esa supuesta pluralidad cultural (?)), no nos tocó hoy, pero el mañana es sombrío. Es hora de empezar a hacerse fuerte desde adentro, de levantar la cabeza y mirar qué está pasando aquí y ahora. *8* Federico Joselevich (4:900/109.0@fidonet.org) (fjoselevich@appeal.uba.ar) (^9^) PD para Marlonso: ¡Feliz Cumple, chei! -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 2 --- * Origin: Leve Retina (4:900/109.99) (cielo) = POESIA ========================================================= POESIA = De : Federico Novick 4:900/121.29 Subj : Refugio del Pescador =========================================================================== Nació en 1973 y a los cuatro años leía historietas sin parar. Acelerado, difícil, crudo, denso, sus poemas generaron tanto desconcierto en las discusiones telemáticas que se llegó a plantear la posibilidad de una música adecuada para leerlos: "Bach. Concierto p. clave y orquesta No. 1; BWV 1052; Orquesta sinfónica de Ottawa; Dr. Thomas Mayor". También puede ser destructivo leerlo con la sinfonía No. 6 de Beethoven, Pastoral, y Glenn Gould en el piano (o lo que sea). Se caracteriza por interrumpir cuando los demas hablan y tambien por las continuas citas de Osvaldo Lamborghini mezcladas en todo texto, charla o mensaje. Vive en Buenos Aires. Refugio del Pescador ==================== Camina hasta el muelle enroscado en otro momento incompleto. Las delicias de la mañana bebiendo en un vasito de plástico quemado, círculos de cigarrillo donde el agua escapa al encuentro de los peces de flúor con la neblina. El bote mueve la caja de caimanes. A través del aire suena A mi manera: los timbres únicos de una estación AM vibran sincronizados con la esfera del reel y las moscas enganchadas en el sombrero. El lago abre dos líneas navegables hacia un costado: 'El Escorial' se disuelve antes de haberse caído, en una tarde. - alargando el cordel, más la ayuda de las percas puedo trabar la hélice con el viento. -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 3 Nos sacamos las botas y los trajes de agua (¿para ingresar al agua, no los necesitamos?) El fondo del bote está construido en fibra de vidrio, como un juego mecánico inmóvil. Todos los hilos y las moscas y caimanes impiden el arranque salvador. Los remos: casi destrozados, con bordes mordidos por peces gigantes, colmillos enterrados en la arena. Ahora una arandela en el lugar exacto acelera la partida de esta playa. = CUENTOS ====================================================== CUENTOS = From : Matias Giovannini 4:900/109.18 Subj : Postales Planas ========================================================================== Matías Giovannini nació un caluroso el 30 de Enero de 1972 (o por lo menos eso le dijo mamá que lo tiró a la pileta a los veinte días). "Desde entonces -dice- no he hecho mucho, salvo que me agarro el berrinche de escribir". Interlocutor astuto e ilustrado asustóse cuando se dió cuenta de que Leve Retina realmente existía. Postales planas =============== (Recuerdos del camino entre Neuquén y Zapala, pleno verano, plena siesta.) Entonces Jesús fue movido por el Espíritu a subir al desierto para que fuese tentado por el diablo Mt. 4, 1 13:45. Hay desierto allí, y nadie es el desierto porque no hace falta, porque sería demasiado; como si la gente de aquí todavía pudiera darse el lujo de sentirse sola. Y allí hay ese camino recto que sube apenas, que sube siempre recto; una cinta de polvo en medio del polvo. Dividiendo el polvo. 13:47. Y viento. De izquierda a derecha--de sur a norte--, o de derecha a izquierda; pero viento siempre, viento constante, y el polvo dándole forma al viento. Un tornado que se forma al sur, tratando de cortar el camino y yo voy en línea recta hacia el remolino que es visible de puro polvo, y no sé si frenar o acelerar y mejor cierro las ventanillas del auto. Siento el bandazo, el sacudón; y--al mismo tiempo que el olor a tierra--me llena la mente la imagen de tu -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 4 vientre cubierto de polvo como esta ruta. Tu ruta de arriba hacia abajo. Creo que de tanto dar vueltas, por estar tan lejos, ya estoy viendo espejismos: una columna de calor que bloquea el horizonte, un globo de aire caliente que sube y estalla. Y Zapala está todavía tan lejos. Y este Falcon es tan lento. 14:24. Un parador al borde del camino para quitarme con cerveza el gusto a arcilla. Casi al mismo tiempo que yo se detiene un camión ocre y baja un muchacho que también debe querer cerveza para escapar de la tormenta de viento. Se refriega los ojos y mira el parador, y se me ocurre que quizás está evaluando sus posibilidades de encontrar algo de diversión barata. El cartel dice billares. El viento me está poniendo frenético, y se ve que al muchacho también, porque sólo nos toma algunos segundos conseguir lo que buscamos. 15:03. Me parece estar andando desde hace días; y el gusto de la cerveza se me va perdiendo en el fondo de la garganta, y tanto calor ¡Dios! que creo que me va a estallar la vejiga. Parar y mear en la banquina: tu recuerdo incomodándome la mano y el roce del polvo contra mi verga. 15:12. De vuelta en camino, y ¿qué estarás haciendo, muchacha? Te imagino en el jardín, entre los jazmines, leyendo al sol en una reposera amarilla sin darte cuenta de cómo se alargan las sombras de los árboles mientras que yo lucho contra el desierto en el Falcon viejo. Estarás leyendo quizás la sucia historia del otro enemigo. Esa misma historia que tanto te gustaba que yo te leyera de a párrafos, cuando todavía eras inocente. 15:53. Polvo, y viento. Y más polvo. Un indio tallado indicando una gomería, y un cartel con faltas de ortografía, y el sol encima. El sol incandescente de la patagonia que cae como una flecha sobre mi auto, sobre mi nuca, haciéndome sentir como hierro al rojo blanco. Un pájaro da vueltas en el cielo girando con locura térmica. Busca algo para comer, una rata o una mara; mejor sería que comiera las mariposas que me decoran de a poco el parabrisas. Sigo con la boca seca, pensando en vos y en este camino que está más vacío que un embudo y en las ilusiones ópticas que llevo a cuestas. 16:04. No soporto más el calor, el polvo, el desierto. Saco una cerveza caliente del bolso y la abro; por lo menos es un cambio. La temperatura baja unos grados ahora pero no me abandona la sensación de estar andando sobre una ruta de hierro fundido. La cerveza me recuerda al perfume de flores podridas por el calor del verano en tu jardín obsesivamente verde. No hay nadie, no hay casi nada en este desierto. Una liebre que se me cruza y el golpeteo de la carne contra el guardabarros, hasta que los últimos restos se pierden pegados al asfalto. Voy a tener que lavar el auto cuando llegue. 16:32. La única curva del camino, antes de entrar a Zapala. El cerrito a mi izquierda como un mojón, como tu pecho izquierdo, me dan ganas de gritar cuánto te quiero a la distancia, o de decirle al desierto qué acompañado me siento con tu fotografía colgando de una cinta roja del espejo retrovisor; pero tal vez me equivoque, tal vez siempre me haya engañado. Una confirmación; me llega puntual la náusea de la mentira--un dolor en el plexo, quedarse sin aliento--mientras miro por el espejo retrovisor cómo se aleja ese cerro cónico, casi al alcance de la mano, solitario como yo, aislado. Y el desierto sigue, Zapala es sólo una posta más. Me consuela pensar, por lo menos, que te soy imprescindible, o que a veces nadie se siente tan desierto. -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 5 = POESIA ========================================================= POESIA = From : Florencia Abbate 4:900/152.14 Subj : Invitacion =========================================================================== Florencia Abbate, joven poeta argentina (bah, como casi todos aquí). Directora de la revista cultural "El Encendedor". También conocida como Florenciabbate y como Floretabbancia. Invitación ========== Sólo para mirarte me vuelco y me revuelco para mirarte Calco la soledad devuelvo la angustia y simplemente música Si vas a enamorarme avisame ya son casi las nubes y llueve río frío con nostalgia de mar dulce Jugate jugame Yo tengo mil capullos para los viajes --- = POESIA ========================================================= POESIA = From : Florencia Abbate 4:900/152.14 Subj : (sin título) =========================================================================== ============ Como hipócritamente brillan bajo ese sol enfermizo quiero que estallen que un largo sueño los lleve macabro viaje Veneno vertido despacio en mi oído son sus palabras Todo lo mío es clandestino porque viola el circo de sus reglas Sola y en total oscuridad espero un beso pero su celda implacable no tiene ningún intersticio Piensan que he muerto pero nadie pide mis cenizas Durante el día -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 6 Dios esconde las verdades Por la noche yo salgo a robar. --- = POESIA ======================================================== POESIA = From : Marcelo Alonso 4:901/102.4 Subj : Los siete doctores ========================================================================== Marcelo Alonso, Marcelonso, Marlonso, un fundamentalista literario (dígolo después de leer sus "Fundamentos Literarios"), ex-docente universitario, con una edad que tiene una cota menor en los 24 años y una mayor en los 24 años, se define como un "Joven participante de las redes", quien hace pocos años redescubrió el placer de escribir "(después de reponerme de una experiencia cuasi 'Saint-Exuperyesca' a los 12... -'Mirá las pavadas que se pasa escribiendo!'- Lo de las pavadas no ha cambiado, sólo he aprendido a aceptarlas y a no desecharlas (-8 )" Los siete doctores ------------------ Es de noche, muy demasiado de noche. Las ventanas altas y viejas, telarañas de hierro negro tejidas sobre vidrio esmerilado. Vidrio transparente a medias. Sugerente de formas, el vidrio deja pasar un poco de las sombras que hay detrás. Se podría decir que no hay paredes. Que los enormes ventanales sólo están sostenidos en su parte de la existencia por el esfuerzo del observador, ese esfuerzo de que no haya sólamente noche en su percepción. No puede abrir los ojos. No puede hacerlo completamente; una rendija, las pestañas filtran la visión. Es el Hospital de las Almas, detrás de sus paredes nocturnas, por siempre nocturnas, los doctores se apremian alrededor de bultos yacientes sobre camastros oxidados. Los azulejos miran con ojos amarillos a las lámparas colgantes, desnudas bajo el cielorraso. Los azulejos verdes. Los azulejos blancos. Los azulejos negros. Sabe también que si entra no verá a nadie, los corredores estarán tan dolorosamente silenciosos que Un grito, uno sólo. Los doctores, con sus cartujos negros, de -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 7 caperuzas cónicas y elevadas en dignidad, miran el cuerpo. Han efectuado los ritos sobre él. Una monja les ha traído los Instrumentos Quirúrgicos. Sobre su pecho colgaba un crucifijo de pura plata negra. La cara del Moribundo, ojos cerrados, dolor, opacas espinas en su frente. Esperan a que llegue la Medianoche. Aunque el tiempo no parece moverse, las nubes giran, allá arriba, acariciando la faz oculta de la luna. La monja, sus labios cosidos en eterna mudez; los doctores, silencio expectante, las cabezas encapuchadas inclinadas en grave meditación. El silencio pesa sobre el Hospital de las Almas. Acaricia el ladrillo. Tal como lo esperaba, no está ni frío ni tibio, sólo es áspero y húmedo. La niebla lo acaricia y Puertas de madera, talladas con formas mohosas. Pasos. El sacerdote se acerca. Pasos. Los doctores, resignados, abren su círculo alrededor de la camilla. Un calor enfermizo, una fiebre terminal bullen sobre el yaciente. La monja cierra sus ojos. Hay cierta misericordia en sus manos. piensa que quizás, si pudiera abrir los ojos sería todo diferente; si pudiera encontrar un camino de regreso. Sus dedos susurran sobre la pared, buscando grietas en el ladrillo. El sacerdote está a la cabecera del paciente. Con la serenidad que le da saber que hay toda una noche por delante, miles de horas quizás, mira apenas a cada uno de los doctores. Siete expectativas. Siete inrespuestas. Siete introspectums. En su boca, gustos dulces, empalagosos, tan dulces que se tornan salados, asquerosamente salados. Vomitivos. Hay un gran interrogante que le hiere. "Es mío entonces." La voz grave del sacerdote. Apenas audible y profunda. Los doctores se alejan hacia el final del cuarto y salen por -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 8 la puerta. La puerta se cierra tras ellos, grandes dibujos marcados sobre la madera. La monja sostiene la vela en sus manos. El sacerdote apaga las luces del recinto. El Hospital de las Almas frente a sus ojos, las luces de la ventana, arriba, se apagan. Marcelo Alonso 12-06-94 --- = CUENTOS ======================================================= CUENTOS = De : Mariano Vázquez 4:900/109.99 Subj : (sin título) =========================================================================== Mariano Vázquez, también conocido como "El Moroco", ingenioso escritor, pertenece a la nueva generación de periodistas argentinos. Suele recorrer el underground porteño montado en un transatlántico de colores amarillos y colores azules. ========== Salí a caminar, por primera vez, por la periferia de mi ciudad interior. Recorrí la ausencia de un pueblo en mi memoria. Los dueños de mis horas en el siglo de la tierra y las fortalezas, en el siglo de los esclavos con los dientes en la garganta y el sol sobre sus costados mientras violentaban los bosques y las selvas, que en el oro de la época, que es el metal divino de los tiempos, que tiene más poder que mil ejércitos del reino infinito de los "voladores". Millones de hombres como hormigas, millones de hombres enterrados en el barro de la opresión, enterrados en la ciénaga funeraria de los huesos que se astillan y se corroen. La médula osea que estalla en mil pedazos, que estalla desde dentro del enriedo y la confusión de carne, órganos y arterias, hasta la tierra surcada que se convierte en testigo. El hombre llora dentro del castillo del rey amputado, el hombre llora con sus cascotes del dolor en la espalda torcida de su columna-mendrugo, el hombre llora sobre su baldosa. El frío penetra en la piel llagada, lastimada. Piensa desde la carcel de su alma, piensa desde el exilio de su alma. Su mente que elabora estrategias, que elabora planes y escapatorias, su mente aplanadora de señuelos, de barcos fantasmas, de cadenas en las muñecas, en los tobillos y en el cuello, de grillos en los tendones que se cortan, De caminos y rutas que no unen -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 9 libertades, carreras vertiginosas y huidas sigilosas. Las espadas con empuñaduras de roca; el metal serrucha infinitamente, descuartiza y degüella. Las espadas convierten a los cuerpos en leprosarios. Las espadas se alzan en nombres divinos, en enviados interestelares. Las espadas se hacen cumbres para seccionar a los guerreros confundidos entre los hígados y los riñones putrefactos de los animales muertos por el cólera navegante. Las espadas se hacen montañas, se hacen avalanchas, se hacen caída, se hacen histeria, se hacen surcos, se hacen manjares, se hacen golpizas, se hacen masacre y se transforman en todos los dioses de la mitología popular del cielo oriental y se convierten en remolinos de vientos y rasguños, en torbellinos de filos y lindes. Las espadas invocan a la muerte- centuria, las espadas se autoengañan, se hacen sueños, huracanes y odios. Las espadas con signos tallados se ensañan con los órganos genitales de los esclavos de la tierra, los esclavos del sol y de la luna que es el cielo. Mariano Vázquez --- = POESIA ======================================================== POESIA = From : Federico Joselevich 4:900/109 Subj : Testamento 2 ========================================================================== Federico Joselevich, nacido el 23 de diciembre de 1972; operador del BBS Cultural Carreteras del Viento (perdón por el chivo); veterano de tres años de antigüedad en las redes de mensajería electrónica; coordinador de Fidonet Argentina desde noviembre de 1992 hasta noviembre de 1993; según los medios: pelirrojo, menudo e inquieto; también conocido como Fedelevich. Testamento 2 ============ En mi muerte yo no pienso si sólo tengo veinte años más uno y no pienso en mi muerte porque mi legado es simple o no es A quienes quieran un legado les dejo un currículum ¡que se ufanen en citar trabajos malpagos y status adquiridos! para Ellos mis palabras vanas para Ellos mis sinsabores y títulos que escriban en bastardilla, subrayado y resaltado, con signos diversos, y que mueran al hacerlo, con colores o en blanco y negro: "Produjo" -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 10 A Los Otros no les lego mi poesía vana a Los Otros van mis pesares y mis dichas Los Otros las entenderán Les dejo mis canciones nunca hechas mis arcoiris y castillos de cristal para Los Otros son las cartas los sabores y los olores, el tacto, el gusto y la poesía A Los Otros les lego mis ojos mis manos y mi corazón A Los Otros no les lego un currículum les doy mi permiso para putear y distraer a mis palabras vanas para que digan y redigan A Los Otros les lego mi risa auténtica la que pocos escucharon les dejo que elijan lo material porque no lo hicieron antes (porque no lo harán) porque ellos reirían al verme aquí con mis lágrimas internas que no dejan cicatrices a la luz del día que las dejan para la noche para cuando -y Los Otros entienden- uno está solo cuando esto solo A Los Otros les dejo mi soledad y también mi compañía a pesar y con pesar les dejo mis lágrimas más profundas de tristeza de felicidad les dejo mi arcoiris y también mi volar Extiendan las alas y vuelen jueguen carreras en el viento mirenlos a Ellos reirse y rían también Ellos nunca entenderán ustedes, Los Otros, sabrán que yo también reí, infinitamente reí hasta morir con las olas arriba con las olas abajo pero reía volando arriba con ustedes en la cuesta de la ola en el fondo del pozo. -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 11 A Los Otros les lego mis palabras vanas para que simplemente digan: "Vive" Federico Joselevich 22/Feb/1994 03:10 hs "En Casa" --- * Origin: Carreteras del Viento +54-1-544-6241 24 hs (fidonet.org 4:900/109.0) = CUENTOS ====================================================== CUENTOS = From : Juan Livingston 4:900/109.23 Subj : Raptos ========================================================================== Aún cuando pugne por decir, afirmar, aclarar y gritar que "Nada de lo que hice es representativo de mí", podemos destacar el hecho de que, en el período 1989/1993 fue "Redactor y editor irresponsable del boletín mensual Periodismo por Periodistas", entre otras labores realizadas (que prefiere no mencionar). Sin embargo, ahora nos deleita con cuestiones de alta índole como la que viene a continuación: Raptos ====== "He decidido confesar. Para ello, voy a explicar lo más minuciosamente posible la historia de mi participación en estos hechos, limitándome estrictamente a lo que a mí me concierne, que es lo único que conozco sobre el caso. El objetivo de esta decisión es terminar de una vez por todas con lo que el periodismo parece insinuar desde hace tiempo: prácticamente me acusan de ser el responsable de estos secuestros seguidos de asesinato que vienen ocurriendo desde hace ya más de un mes en nuestro país. "Ocupo desde hace cuatro años un gran departamento, en el que vivo junto con dos amigas. Estas mujeres son bisexuales, y son mis amantes. "Hace un tiempo que estas amigas tomaron una curiosa cos tumbre: raptar mujeres -cabe aclarar que actualmente han aban donado esa actividad-. No se trataba de secuestros, ya que nunca pidieron un centavo por ninguna de sus víctimas; simplemente las raptaban. "Mis amigas tenían, se puede decir así, una percepción especial a la hora de atrapar a sus presas. Reconocían sin ningún margen de error a la víctima ideal, que al principio -como es de esperar- se resistía enérgicamente al cautiverio a que la sometíamos, pero no tardaba en aceptarlo (e incluso de muy buena gana). Es por eso que jamás fueron denunciadas nuestras actividades. "Todo empezó un tibio día de verano, mientras yo dormía una -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 12 siesta. Lo que ví al despertarme no me extrañó demasiado, ya que siempre ocurren cosas raras cuando uno se despierta de las siestas. Mi plácido sueño fue interrumpido por un insistente llanto de mujer, y cuando abrí los ojos (desde mi cama se ve la puerta de entrada sin ningún obstáculo en el medio) pude ver a mis amigas que entraban a la casa sujetando a una desconocida que no paraba de debatirse, gritar y llorar. "Durante aquella siesta seguramente había tenido un sueño muy erótico, porque al ver a esa hermosa chiquilla en mi casa me sentí poderosamente excitado. Y mi excitación fue tan grande que anuló mis principios morales y religiosos que me habrían llevado a interceder inmediatamente ante aquel atropello de mis amantes, a quienes habría obligado a dejar en libertad a su adorable presa. Pero en ese caso en particular, y no sé bien por qué, decidí no poner traba alguna en los procederes de mis amigas, y permití que la chica permaneciera con nosotros. "Siempre tratamos a la niña con toda corrección. Incluso, durante toda la primera semana de convivencia con Julia -ése es su nombre-, jamás abusamos sexualmente de ella. Creo que ninguno de nosotros sabía muy bien por qué estaba ella en casa. Jamás le pregunté a mis amigas por qué la habían traído. Nos limitábamos a hablar de ella. A todos nos gustaba mucho y generalmente comentábamos eso, pero jamás nos cuestionamos si debíamos o no dar rienda suelta a nuestros deseos. "Los nombres de mis amigas (no daré sus apellidos) son Flo rencia y Camila, y hasta ahora no había comentado que los tres nos amamos locamente. Durante su primer día en casa, Julia no había parado de gritar casi en ningún momento. Camila, Florencia y yo llegamos a ponernos de muy mal humor, cosa que no nos ocurre casi nunca. Llegamos a dudar de si algún día Julia decidiría dejar de gritar y llorar. La primera vez que paró de llorar fue para dormir, después de que Camila le dio un tranquilizante. A la mañana siguiente, empezó a sollozar casi antes de despertarse, en seguida empezó a soltar desesperados gritos, que duraron sólo unos minutos. Florencia le insistía en que hasta que no parara de gritar no le explicaría por qué había sido raptada. Eso pareció convencer a Julia, aunque hasta el día de hoy no recibió esa explicación. De todos modos ahora ya no le interesa. "Desde que gozamos de la agradable compañía de Julia, de cidimos que en ningún momento la dejaríamos sola. Y como mis novias -llamémoslas así- se veían obligadas frecuentemente a permanecer fuera de la casa a causa de sus ocupaciones laborales, yo me encontré más de una vez y por largo tiempo a solas con Julia. En esas oportunidades, mi imaginación empezó poco a poco a trabajar en un sentido cada vez más monotemático. Mi mente fue siendo copada por una serie de imágenes recurrentes que, a pesar de ser variadas, pertenecían todas a distintas partes del cuerpo de Julia. Y muy pronto dejaron de ser sólo imágenes estáticas para transformarse en escenas con movimiento, que empezaron siendo algo así como cortometrajes y más tarde fueron extensas películas que alcanzaban varias horas de duración ininterrumpida. "Un día tomé conciencia de algo que me preocupó, y que ocu -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 13 rría desde hacía varios días: descubrí que esperaba con mucha ansiedad los momentos en que Florencia y Camila dejaban la casa para quedarme a solas con Julia. Cuando esto sucedía, la situación se cargaba de un erotismo que me hacía temblar las piernas. En cuanto salían mis amantes yo me dirigía al cuarto donde teníamos encerrada a Julia y me quedaba a solas con ella. Los primeros días casi no nos hablábamos. Yo la miraba en silencio y ella no me sacaba la vista de encima. Esa mirada tenía una expresión triste y casi suplicante que me excitaba locamente. Entonces le sugería que se bañara. Y ella siempre me obedecía, porque Florencia ya le había dicho que cuando quisiera bañarse se lo pidiera, pero ella, como en esa época no tenía mucha confianza, nunca nos pedía nada. La primera vez que se lo dije, tomé la precaución de retirar del baño todas las toallas y las había llevado a mi cuarto. La idea era que ella me pidiera una y entonces yo se la alcanzara y la viera desnuda. Pero esa vez no lo hizo. La vi salir del baño empapada pero completamente vestida. "La segunda vez que me quedé a solas con ella ocurrió algo parecido: en cuanto le propuse que se bañara se levantó inmutable de su cama y entró al baño. Esa vez yo había sacado el jabón. Su reacción consistió en salir del baño a los pocos segundos de haber entrado. -¿Qué pasa, no te vas a bañar? -le pregunté. -No hay jabón -fue la respuesta que me dio, sin siquiera mi rarme a la cara ni detener la marcha hacia su cuarto. -Bueno. Pero volvé al baño. Yo ahora te lo llevo. "Los momentos que siguieron fueron muy angustiosos para Julia y para mí. Ella había vuelto al baño y yo esperaba impaciente escuchar el ruido de la ducha para entrar con el jabón. Esperé mucho tiempo sin éxito, hasta que me decidí a entrar y la vi parada, inmóvil, frente a la puerta. Por supuesto, estaba vestida. "La tercera vez probé un método algo más directo: -Julia, si querés podés bañarte ahora -le dije, y cuando estuvo a punto de abrir la puerta del baño, agregué: -Esta vez te quiero mirar. "La dejé entrar al baño pero, en lugar de seguirla, me dirigí a mi cuarto. Me tiré sobre la cama y me abracé a mi almohada como siempre había querido abrazar a Julia. La mordí, y me quedé así, esperando y pensando. Mi corazón casi me hacía doler con sus latidos desaforados, que se hicieron insoportables cuando escuché el ruido de la ducha que se abría. Cerré los ojos y pude ver claramente el alucinante cuerpo de Julia que se iba mojando de a poco. Pude ver sus pezones que se endurecían bajo la lluvia fría de los primeros segundos. Pude ver cómo el agua iba recorriendo el vello de su pubis... Ella no me había dicho nada cuando le anuncié que la miraría. No me lo prohibió ni lo aceptó. Tendría que estar nerviosa... Tendría que estar desesperada tratando de adivinar si yo entraría al baño alguna vez. Se tendría que estar preguntando por qué no lo hacía... Pero yo mismo no sabía bien por qué no entraba. En realidad me daba un intenso placer alargar esa espera todo lo posible. Me costó levantarme de la cama. Mis piernas apenas me podían sostener. Llegué casi -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 14 agonizante a la puerta del baño. Ahora era yo el que estaba atormentado por una duda: ¿la puerta estaría trabada? Acaricié el picaporte durante varios segundos, dejando que la duda me provocara ríos de excitación a través de todo el cuerpo. "Por fin dejé que mi mano abriera la puerta y traté de entrar lo más lentamente posible, lo que dio como resultado una velocidad bastante normal. Mientras avanzaba hacia adentro se me cruzaban por la cabeza miles de películas a gran velocidad. En algunas de ellas, Julia estaba vestida y escapándose por la ventana; en otras se estaba masturbando, y en algunas la encontraba llorando angustiosamente, aferrada a las cortinas de la bañadera. Pero en seguida todas las películas le abrieron paso a lo que estaba frente a mis ojos: Julia se estaba bañando con toda normalidad. Se veía su sombra detrás de las cortinas, que no la llegaban a cubrir del todo. "No podía dejar de mirar a través del angosto espacio que dejaban las cortinas sin cubrir. A pesar de que los movimientos de Julia no eran veloces, yo apenas podía llegar a adivinar las partes de su cuerpo que quedaban a la vista. Creo que el momento más emocionante fue cuando se lavó el pelo. Uno de sus pezones aparecía y desaparecía entre las cortinas, y pude verlo, y pude desearlo descontroladamente. -Te estoy mirando -le dije, y ella no me contestó. -¿Sabés que te estoy mirando? -insistí. -Sí. "Levanté cuidadosamente toda la ropa de Julia, que estaba tirada en el suelo, y me la llevé a su cuarto, donde me quedé esperándola. Julia entró al poco rato, envuelta en una toalla, y me preguntó si la iba a mirar cuando se vistiera. Le contesté que sí, y la llevé al cuarto de mis amantes para que eligiera la ropa que se pondría (...)". El hombre cerró el periódico. Le extrañó mucho que un diario tan serio publicara una nota de opinión de esa naturaleza. Tenía que leerla toda, pero ya era hora de ir a trabajar. Recortó el artículo, lo guardó en su saco y fue a buscar su auto al garage del edificio. Salió por Marcelo T. de Alvear, como siempre, y a peasr de que en esa época del año el sol aparecía justo entre los edificios y lo encandilaba hasta que tomaba la 9 de Julio. Sabía que no debía seguir leyendo mientras manejaba, ya que la última vez que hizo algo así fue cuando provocó un choque en cadena que le costó esa cicatriz en la cara. "A las mujeres les gusta", recordó, pero pensó que el próximo accidente podría costarle la vida. --- -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 15 = CUENTOS ====================================================== CUENTOS = From : ADRIAN NOGUERA 4:900/587 Subj : Ciclos ========================================================================== CICLOS. En los mejores momentos de la vida poco se valora lo esencial. Es tan facil subirse a una realidad mejor y distinta. Pero eso no acurre siempre asi. Mirando la TV veo el dolor y el hambre, la tristeza y la amargura. Pero cambio y ahi esta el lujo y el poder, la ambicion y gloria. En la vida aun sin control, en siertos momentos nos pasa. Un dia nos levanta- mos y nos sentimos los mejores, hasta que vemos como nuestro medio de trans- porte se va raudamente dejandonos sin la posibilidad de llegar a ese horario marcado. Aunque en el dia, como en la vida, todo continua a su ritmo. Llegamos a ese lugar donde nadie debe mostrarse como es. El reloj camina, nunca corre, hasta que nos piden ese trabajo urgente y acelera sus pasos. Llegaré?, quien lo sabe. Es la mitad del dia, punto de encuentros de algunos y descanso de otros. Esa media hora que cada vez es mas corta. Y regresar al ritmo, todos toman sus puestos como en una máquina enorme. Las 4, 5, 6 y el final. El final de todos y la carrera desesperada del regreso. Pero para descansar hay que luchar por un lugar. Un empujon, un insulto, mira- das que se cruzan y por fin llegar. Y asi puede pasar toda nuestra vida, sin valorarnos a nosotros mas que a un objeto que compramos. Porque aun en esos momentos siempre tendremos cosas para rescatar, para darnos cuenta que vale la pena vivir la vida, aunque no lo parezca. --- * Origin: (4:900/587) = CUENTOS ====================================================== CUENTOS = From : Ana Abregu 4:900/610.3 Subj : El Poder de la Luna ========================================================================== Ana Abregu, misterioso personaje de las redes, de edad desconocida, datos filiares desconocidos, apariencia desconocida y personalidad fuertemente conocida (snif!). Hay quienes pretenden creer que es únicamente un significante perdido en el cable del teléfono. Otros no pretenden nada. El Poder de la Luna =================== La luna está pintando la casa. Y no de blanco como podría sospecharse, sino de verde. De musgo. De aliento vegetal. Hay criaturas distraídas que habitan la casa cuando la luna la está pintando de verde, un grillo, una mujer, yo y otros insectos. La casa tiene un aspecto más sólido después. Parece que a los otros no les resulta nada extraño. La luna pasó -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 16 así, moviéndose lentamente como una pesada plataforma de metal ceniza, arrastrando con su estela una belleza que desperdicia tontamente cada noche. La mujer se acerca al balcón y me mira. Y la ausencia del día se me dispone en la garganta como un deseo que crece, inminente: de exhortar, de sonreírle. De cantarle con voz de bestia reducida. Es obvio que no sabe que estoy verde por culpa de la luna. En sus ojos se instala la intención de cacería. Ojos que no respetan mi vanidad masculina. Sé que por ahora ella me ve verde, resbaladizo, frío, y traicionándola con la luna. Si no estubiera sometido a la voluntad superior de la luna, que me ha pintado de verde, podría explicarle a esta mujer con labios para disfrutar, que en vez de ofrecerme a la muerte, ella podría, con un beso, desprestigiar a la luna. --- * Origin: La Amante del Otro ! (4:900/610.3) = CUENTOS ====================================================== CUENTOS = From : Luz Pearson 4:900/109 Subj : Carátulas ========================================================================== Carátulas ========= En un pequeño cuarto de un hotel viejo de una ciudad vieja y oscura, una mujer de pelo claro y ojos grandes se pasaba las noches leyendo. Prefería las novelas de heróicos caballeros ocultos en yelmos, pero su elección era básicamente por el brillo de los lomos, la dureza de las tapas (capaces de sostener al libro en pie), el aroma de las hojas, la calidad del papel. También le interesaban las tipografías, aunque podía llegar a leer algo que no tuviera las A con panza y la cola de las Jota enrruladas. Lo que no podía pasar por alto eran las páginas ásperas, esas que convertían cualquier trazo de lápiz en una larga gata peluda. Leía a gran velocidad. La ansiedad por llegar al final era parte de la diversión de la lectura, o mejor dicho, del dibujo. Cuando se acercaba a las últimas páginas las manos le temblaban excitadas. Nerviosa, miraba los lápices, controlando las puntas y empezando a calcular qué colores corresponderían al relato. Al terminar un libro, volvía a la primer página (la del lector, la que los escritores ponen para que cada uno dibuje su propia carátula, decía); y, según lo que los libros le provocaran, ilustraba la inutil hoja blanca. Todo libro merecía un dibujo. Aún los más aburridos le inspiraban algún garabato, o laberinto de color, o líneas perdidas silenciando el vacío del papel. -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 17 Hasta que leyó un libro delgado que encontró en una librería de ediciones olvidadas, en una caja repleta de revistas y mapas. Una obra anónima, una auténtica historia caballerezca, pensó. Al terminarlo volvió a la primer página, pero no la dibujó. Cada temblorosa línea que trazaba se disolvía en sus lágrimas. Su llanto inundó el libro como una canilla rota. Y, luego de horas de sollozar, las letras se fueron lavando, borrándose. El libro no era un romance. "Carátulas" era la historia de una mujer de pelo claro y ojos grandes que solía ilustrar la primer hoja de todos los libros que leía. Hasta que se topó con uno que no pudo dibujar, y que, emocionada, borró con sus propias lágrimas. --- = CUENTOS ====================================================== CUENTOS = From : Diego Jäger 4:900/109.99 Subj : Fin ========================================================================== Diego Yäger es, quizás, el exponente Fin === Una inesperada serenidad iba adueñándose de René. El había creído, antes del asesinato, que la sangre se convertiría en un estimulante, que ahogaría su naturaleza apocada. En algún lugar había leído que para alcanzar la santidad hay que saciarse de pecado. No era realmente la santidad lo que buscaba, pero la excusa era fascinante. Necesitaba un cambio brutal, una salida de la cárcel de caras grises y papeles anónimos. Sabía (años de sueños aplastados se lo habían enseñado) que no era el éxito su apuesta segura. Lejanos ya los días en que el empleo era sólo por ahora, hasta que se concretara éste o aquél negocio. Años desvanecidos, oportunidades idas, y nada. Ahora que el éxito ajeno lo aplastaba tanto como su propia chatura, reflotó esa idea que alguien había impreso: tabla rasa, destrucción moral y edificar sobre los escombros. ¿Y cómo se saturaba de pecado ? Necesitaba una transgresión fuerte, dura, que lo llenara de orgullo. Sería secreta, él no tenía la ventaja de los poderosos, la protección de los fuertes ni la coraza de la fortuna. Casi ateo, sin padres, habituado a la blasfemia y a los prostíbulos; cinco de los diez mandamientos (si los hubiera podido recordar) ya no le servían para nada. Barajó inútilmente un robo : si supiera robar, lo hubiera hecho hacía tiempo. El terror le impedía acercarse al sexto mandamiento. (Pero el crimen y el pecado se parecen demasiado cuando Dios no cuenta, cuando el adulterio y la mentira no asustan). ¿Cuántos son los actos que nos quedan para hundirnos en el barro que precede a la pureza ? La conclusión absurda y cruel se le fue imponiendo. Lo acosó camino al trabajo, en el sueño, en el sexo. Con las -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 18 entrañas ardiendo tomó la decisión. La muerte al azar sería su instrumento, el fin del viejo René. Una oscuridad imperfecta protegía su sombra mientras esperaba una víctima en algún zaguán. La víctima : personaje central pero fugaz. Recién al día siguiente supo René por la prensa que robo y violación no fueron los móviles, que la señora volvía de ver a su hermana. El resto era secreto judicial. René, orgulloso de su valor retorcido, sabía otras cosas : cómo la mujer tuvo tiempo de gritar; cómo él, verdugo de una justicia que nadie más entendería, cayó con toneladas de frustraciones sobre su cabeza. Admiraba su propio valor, que alcanzó para dar un golpe de gracia antes de huir de esa vorágine de sangre y náuseas. Disfrutó una mezquina superioridad frente a su familia, convencionalmente espantada por las imágenes del crimen. Explicó con autoridad que "estos casos nunca se aclaran. Es obvio que la policía, ineficaz como siempre, está desconcertada". La mirada curiosa de su mujer lo irritó. Pero entendió que la pobre no tenía porqué saber que su experiencia en el arte de asesinar era ya infinita. La sensación de bienestar fue ocupando sus horas, acompañada por una serena gratitud hacia la víctima. En realidad ya no la veía como víctima, más bien era un camarada inmmolado, una amiga que se había sacrificado (involuntariamente, es cierto) por el destino de René. Merecía algún homenaje, algo más que los consabidos sollozos de los parientes entrevistados en la televisión o las acotaciones incoloras de los periodistas. René se prometió no olvidar a su ayudante fortuita, se encargaría de que pasara a la historia junto con él. Para honrar a su aliada tenía que conocerla más. Traje negro, zapatos lustrados, qué mejor que empezar por el final: el velorio. Entró erguido, estudiando a la parentela, que ahora era casi su propia familia. Todo era asombrosamente igual a otros velorios que recordaba: conversaciones quedas, miradas al suelo, expresiones de derrota y resignación, algún sollozo. Quizás la excepción era el periodista mal vestido, representante de algún folleto con olor a sangre. René lo miró con desprecio y siguió su ronda, saludando con la cabeza a los deudos que no le prestaban atención. Evidentemente de aquí no iba a sacar nada en limpio. Hace falta ser un gran conversador para aprender algo interesante en un velorio, y René no era grande en nada. Dio unas vueltas más (no se animó a pasar a ver a la muerta) y se encaminó hacia la salida. Lo frenó una palmada en el hombro : " René !" No alcanzó a asustarse. Sus huesos se debatían entre los brazos gordos de un hombrón que sollozaba: - Treinta años de no vernos, y venís al velorio de Marta! Siempre supe que eras un flor de tipo, René. El desviado ojo izquierdo del hombre le ayudó a identificarlo: el "gordo" Agnelli. Del pozo de los recuerdos surgía este amiguito de la escuela primaria, blanco fácil de la crueldad de los chicos. Fueron amigos entonces, un pacto de perdedores. ¿ Pero Marta, quién era Marta ? Mientras el recuerdo salía a flote, la -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 19 cara de René logró una mueca de congoja. Agnelli apretó más fuerte, y el abrazo exprimió su memoria : treinta años habían pasado ya desde la olvidable fiesta de casamiento del gordo. Marta era la novia bonita que nadie hubiera esperado de él. Los muchachos del grado, juntos en una mesa, habían largado sus comentarios como si estuvieran en el patio del colegio, disfrutando la gordura blanda de Agnelli. René nunca lo había vuelto a ver, no le interesaba asociarse con alguien tan dotado para el fracaso. Al aflojar el apretón, Rubén Agnelli le humedeció la mejilla con un beso. - Vení, René, quiero que conozcas a mis hijos. Los chicos fueron otra sorpresa. Un muchacho bien plantado, duro, con ojos de hombre. Una chica con encantos mal disimulados por el luto le apretó la mano con firmeza. Un chiquilín encantador lo abrazó y le mojó la otra mejilla. Después recorrieron el salón, saludando incontables parientes. El gordo, orgulloso de su amigo de infancia, era un anfitrión excitado. Cada tanto se acordaba de su Martita y arrugaba el traje de René con otro abrazo. René, apabullado, oía el chirrido de su propio cerebro girando cada vez más rápido. El horror de su crimen se le hacía más nítido con cada apretón de manos. Tuvo que atajar con violencia las ganas de pedir perdón a gritos. Cuando Agnelli lo hizo pasar a ver el cajón, rompió en sollozos, con una confesión anudada en la garganta. El gordo lo volvió a estrujar con amor infantil, conmovido por la sensible fidelidad del amigo. = PUBLICIDAD ================================================ PUBLICIDAD = Primero fue la luz... Nro.1: El surrealismo y Dalí después Henry Miller filosófico EL ENCENDEDOR Bob Dylan, inédito en español -revista de cultura- etc. Nro.2: Dossier: Cine, Historia y Política Homenaje a Rimbaud Búsquela en su Kiosko Claves para sobrevivir a la posmodernidad etc. Si usted, al igual que El Encendedor, desea publicitar en Leve Retina, comuníquese con nosotros por Fax o Modem al 544-6241, por E-Mail a Leve-Retina@appeal.uba.ar y por Fidonet a 4:900/109.99 ========================================================================== -------------------------------------------------------------------------- Leve Retina Nº 3 Pag. 20 = GOLOSINAS ================================================== GOLOSINAS = From : Leve Retina 4:900/109.18 Subj : Pre-Realidades 2 ========================================================================== Pre-Realidades 2 ---------------- La libertad. La búsqueda de lo absoluto. Es la oposición a todo lo que limita. Escribió eso y se encerró para siempre en una caja de metal en la que apenas pudo entrar. Marcelo Alonso 20-07-94 --- = STAFF ======================================================== STAFF = (en el presente número) Editor irresponsable: Federico Joselevich (4:900/109.0 y fjoselevich@appeal.uba.ar) Entrevistas, comentarios, respuestas, ayudas, notas, as, s. Marcelo Alonso (4:901/102.4) Matias Giovannini (4:901/335.3, 4:900/109.18 y mgiovannini@script.org.ar) Juan Livingston (4:900/120.23 y 4:900/109.23) Federico Novick (4:900/121.29) Analía Zygier (4:900/109.3) Colaboraron en este número Florencia Abbate (4:900/152.14) Ana Abregu (4:900/610.3) Diego Jäger (*) Adrián Noguera (4:900/587) Mariano Vázquez (*) (*) No tiene o no fue suministrada su dirección de red. 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